El líder de ERC, Oriol Junqueras, ha expresado este lunes en una entrevista en TV3 la preferencia de su partido por un futuro Gobierno liderado por Pere Aragonès: “Queremos sumar con las fuerzas independentistas, con aquellos que están a favor de la autodeterminación y la amnistía”. La candidata de Junts, Laura Borràs, ha defendido este lunes en una entrevista en TV3 la reedición de un Gobierno independentista: “Tenemos más del 50% de los votos. Eso debe tener consecuencias. Esta es una victoria histórica”. Los partidos independentistas suman mayoría absoluta en las elecciones catalanas, pese a haber perdido más de 600.000 votos con respecto a los comicios de 2017. ERC, con 33 escaños, supera a Junts, que obtiene 32, dentro del bloque secesionista. “Le corresponde a ERC dirigir la negociación”, ha subrayado Borràs. Por su parte, Aragonès ha emplazado al Gobierno a trabajar en la mesa de diálogo, al tiempo que ha descartado al PSC, la formación más votada en las elecciones con 33 escaños, para formar un nuevo Govern: “Somos como agua y aceite”.
El candidato de ERC a la presidencia de la Generalitat, Pere Aragonès, emplaza a los partidos independentistas y a En Comú Podem a sentarse a negociar lo antes posible para formar un gobierno “amplio” a favor de la autodeterminación y la amnistía de los condenados por el procés. Por primera vez, ERC lidera el espacio independentista en el Parlament y quiere acelerar las negociaciones para formar gobierno. «Ayer hablé con Laura Borràs, Dolors Sabater y Jessica Albiach. Y también hable con Salvador Illa», ha dicho. Con todo, su apuesta es gobernar sin los socialistas. «En campaña dijimos que queríamos un gobierno amplio y es lo que haremos, dijimos que no queríamos gobernar con el PSC porque somos como agua y aceite, y es lo que haremos. El independentismo ha superado el 50% de los votos. Hay una mayoría de 82 diputados a favor de la autodeterminación, la amnistía y la libertad de los presos y las presas políticas. Es un mensaje clarísimo».
Esto quiere decir que, en consonancia con los anteriores artículos, el pretendiente Illa ha ido al charco, donde fue la mañica rana tozuda, tras haber conseguido 33 escaños y, los independentistas 82, mayoría absoluta, lógico si tenemos en cuenta el cariz moral y cultural, además de las capacidades de gestión de semejante pretendiente en una sociedad donde la radicalización del separatismo hace que se conviertan en elementos muy activos en la vida política.
A pesar de lo que pudiera parecer, es una victoria pírrica del PSOE y su apuesta por un candidato de escaso peso sociopolítico por las siglas que le representan en una sociedad escindida. Quién no ha escuchado o dicho en alguna ocasión una frase del tipo “Estaba esperanzado en conseguirlo, pero al final todo ha quedado en agua de borrajas”. Estas expresiones suelen utilizarse para referirse a aquello que finalmente no ha salido como uno esperaba y a un desenlace que ha resultado ser decepcionante cuando las expectativas eran buenas.
Se dice que su significado se debe a lo insípida que resulta la infusión de la planta de la borraja, la cual se utilizaba desde la antigüedad como remedio para hacer sudar (sudorífica). También se tenía la vieja creencia (y superstición) de que si se una mujer pisaba una hoja de borraja quedaría embarazada. En la prueba de la rana ya decíamos que quedaría en una situación muy embarazosa.
Pero en realidad, por muchas veces y tiempo que llevemos escuchando la frase “quedar en aguas de borrajas“, ésta no es del todo correcta y con los años ha variado de como realmente se decía en sus orígenes.
Inicialmente la hierba utilizada para esta expresión era la “cerraja“, una planta semejante a una lechuga silvestre (así la definía el Diccionario de Autoridades de 1729) cuyas propiedades de las hojas, flores o jugo lechoso se aplicaba como estimulante del apetito, el tratamiento de la ascitis o para trastornos hepáticos (entre otros). Pero sin embargo su agua infusionada resultaba insulsa y sin propiedades, de ahí que, originalmente, la expresión fuese “quedar en agua de cerrajas“: esta agua en comparación a los atributos del resto de la planta se quedaba en nada.
Sebastián de Covarrubias en su “Tesoro de la lengua castellana o española”, de 1611, ya menciona el “agua de cerrajas” como sinónimo de algo que no llega a buen término.
Para Covarrubias no cuenta ese extravío. En su Tesoro de la lengua castellana o española (Luis Sánchez, 1611), nos dice que cerrajas es una hierba, y luego apunta una impresión sobre el dicho que aquí nos entretiene: «… y no embargante que sea de mucho provecho en la medicina para diversas enfermedades, comúnmente solemos decir a propósito del que trae muchas razones que no son concluyentes para probar su intención, que todo es agua de cerrajas».
Desde luego, la mayoría de los hablantes prefiere que la borraja —y no las cerrajas— sea la planta que se postule como insinuadora de frustraciones. Manuel Rodríguez Navas y Carrasco, en su Diccionario general y técnico hispano-americano (Cultura Hispanoamericana, 1918) la define como «planta borraginácea cubierta de pelos ásperos, con flores azules en racimo y semillas menudas; se usa en medicina. De la voz antigua borrago, del mismo significado». Mejor informada, María Moliner aporta nuevos datos en su descripción: «Planta borraginácea de huerta de hojas y tallos ásperos, cubiertos de pequeñas espinas, que se come cocida; sus flores se empleaban como sudorífico». En palabras de la estudiosa, Quedar una cosa en agua de borrajas (o de cerrajas) vale por «No resultar nada de ella en definitiva». Desde un punto de vista genealógico, borraja deriva del vocablo catalán borratja, que a su vez proviene del latín borrāgo. De ahí su nombre científico: Borago officinalis (Diccionario de uso del español, Gredos, 1998).
Muchos son los lexicógrafos que culpan a una corrupción de la expresión cuando ésta pasó de ser utilizada en los ambientes rurales a las poblaciones más grandes e importantes, siendo prácticamente desconocida la cerraja y mucho más común la borraja, por lo que se adoptó este término para aplicárselo a la frase. El propio José María Iribarren en “El porqué de los dichos“alude al provincialismo a la hora de haber modificado el modismo para que les resultase mucho más fácil fonéticamente a la hora de decir y recordar, provincialismo propio de todo movimiento nacionalista excluyente y centrífugo como el catalán o el vasco.
Para finalizar, cabe destacar que la propia web del Diccionario de la RAE redirige a “agua de cerrajas” cuando se realiza la búsqueda “agua de borrajas“.
Sea una u otra la acepción del dicho que hoy le dedico, tenemos que agradecerle, a parte de los 100.000 muertos por COVID y la nefasta gestión de la pandemia, haber apuntalado al movimiento separatista con cuatro diputados más que en las elecciones de 2017: es usted un inútil, volverán a gobernar los independentistas y, usted, al charco hasta que vuelva a pasar San Pedro.
Enrique Area Sacristán.
Teniente Coronel de Infantería. (R)
Doctor por la Universidad de Salamanca.