El concepto de federalismo ha sido una importante panacea en el pensamiento político occidental para una increíble serie de problemas: desde la creación de nuevos estados-nación o la provisión de gobiernos en áreas metropolitanas, hasta la creación de organizaciones ideadas para prevenir las guerras internacionales. El federalismo ha sido una especie de respuesta universal para la superación de los problemas de la diversidad y la disparidad en interés de la armonía y la unidad. Siempre que los acontecimientos parecían exigir la cooperación y la coordinación, mientras que los intereses y las inquietudes insistían en la preservación de la diferencia y la diversidad, la respuesta ha sido, casi infaliblemente, alguna forma de federalismo. Es pues en esta relación donde tiene especial importancia la clara comprensión de los puntos fuertes y débiles, de los beneficios e inconvenientes, de la previsibilidad y las sorpresas del federalismo.
La pregunta mágica, según este autor, que cabe formular al respecto de las cualidades casi mágicas del federalismo es ésta: ¿en qué medida puede esperarse del federalismo que sustente el estimulo y la necesidad de unidad frente a las presiones del separatismo?. La respuesta es sencillamente: hasta el punto en que sean dominantes las fuerzas de la unidad. A menos que existan un factor o factores que de modo claro e inexorable empujen en la dirección de la vida en común, las presiones de la asimetría se harán cada vez más presentes, haciendo casi imposible la continuidad de la existencia federal.
Es este un modo de pensar acerca de los principios federales que produce desasosiego en el caso Español, puesto que, entre las implicaciones que del mismo se derivan está la idea de que la diversidad, un factor que suelen suscitar los proponentes de una mayor autonomía local en los sistemas federales, tiende en realidad a necesitar un aumento de la autoridad central si se quiere que el sistema siga funcionando como tal. Lo que va en contra de los principios secesionistas de Vascongadas y Cataluña.
Enrique Area Sacristán
Teniente Coronel de Infantería.
Doctor por la Universidad de Salamanca
