Las formas de corrupción varían, pero las más comunes son el uso ilegítimo de información privilegiada, los sobornos, el tráfico de influencias, las extorsiones, los fraudes la malversación, la prevaricación, el caciquismo, el compadreo, la cooptación, el nepotismo, la impunidad y el despotismo. La corrupción facilita a menudo otro tipo de hechos criminales como el narcotráfico, el lavado de dinero, la prostitución, el tráfico de personas, las agresiones al medio ambiente… Ahora bien, la corrupción no se restringe a estos crímenes organizados, y no siempre apoya o protege otros crímenes.
Por ello, en la práctica, en las llamadas democracias avanzadas, con los comportamientos-corruptos próximos al poder, casi nunca pasa nada. Quedan exonerados con lo que se entiende como castigo político. Un castigo que se reduce, normalmente, a «perder el poder», para volver a alcanzarlo cuando las aguas se hayan calmado. Y si se mantienen los cargos después de unas elecciones, la consecuencia es que lo que se hizo, aunque fuera una fechoría, se considerará positivo, ya que el pueblo así́ lo dictamina. De manera que la moral oficial se asimila a la opinión de la mayoría. Así́, lo que está bien o mal acaba reducido a la relatividad democrática. Hecho que explica, de alguna manera, los por qué de la sociedad relativista actual. Son las mayorías -por lo general mayorías minoritarias- las que dictaminan lo que es bueno y lo que no lo es.
Pero en el mundo actual la pérdida de valores resulta demasiado general. Lo que se trata es de concretar.
Complicidad política en España.
La corrupción política se refiere al mal uso del poder público para conseguir una ventaja ilegítima generalmente de forma secreta y privada. El término opuesto a corrupción política es transparencia. Según Hernández Gómez, la corrupción se define como “toda violación y/o acto desviado, de cualquier naturaleza, con fines económicos o no, ocasionada por la acción u omisión de los deberes institucionales, de quien debía procurar la realización de los fines de la administración pública y que en su lugar los impide, retarda o dificulta”.” Por esta razón se puede hablar del nivel de corrupción o de transparencia de un Estado legítimo.”
En efecto, el destrozo económico del que hemos sido testigos, y que aún sufrimos, no habría sido posible si los reguladores no hubieran permitido la expansión de productos financieros tóxicos, ni hubieran facilitado unas condiciones en los mercados que fueron el inicio de otros abusos. Tampoco habrían sido posible los problemas habidos en numerosas entidades financieras sin la cohabitación de políticos y gestores empresariales. Entidades que han tenido que ser rescatadas a base de impuestos a los ciudadanos, mientras los responsables se otorgaron, en muchos casos, enormes sumas por su gestión al frente de empresas quebradas. Mayor inmoralidad no cabe.
Los que aún tienen fe en el hombre actual, proponen un cambio de rumbo manifestando que este no debiera contemplar como única solución el llevar a cabo políticas económicas restrictivas y ajustes excesivos que, al final, sufren los que menos tienen. Esto solo llevará a un retroceso de muchos de los derechos hasta ahora adquiridos. Con ello, el Estado de bienestar irá poco a poco desapareciendo y convirtiéndose en el Estado de la pobreza. ¿Y cuál es ese nuevo rumbo? Pues los teóricos bien pensantes creen que, simplemente, sería suficiente la creación de estructuras políticas más democráticas, clases políticas más honradas, mas separación de poderes y una justicia efectiva e independiente. Y todo ello encaminado a trasladar a los mercados globalizados los mismos mecanismos.
Mayor ingenuidad no cabe. ¿No recuerdan la historia? La democracia y la separación de poderes se trajeron con sangre; el Estado de bienestar también. De manera que de pronto emerja una clase política honrada y justa es algo inconcebible.
Creo que ha quedado perfectamente demostrado que la codicia es un problema profundo vinculado a la naturaleza biológica del hombre. En un contexto social líquido, sostenido por un pensamiento postmoderno ya crepuscular, no veo la posibilidad de subsistencia de este Homo tardío, tal como está, a medio plazo.
La pobreza en España.
El umbral de pobreza es el importe monetario que delimita en función de la renta neta percibida si una persona es considerada pobre o no. Se calcula anualmente como un porcentaje de la mediana nacional de ingresos por unidad de consumo. Según el grado de pobreza que se quiera medir, se aplica un porcentaje u otro. Los dos umbrales más utilizados son el que corresponde al 60% de la mediana, mediante el que se define el riesgo de pobreza, y el que corresponde al 40% de la mediana, que define el límite de lo que se considera pobreza severa. El estudio de los umbrales es importante porque las variaciones anuales de la renta mediana producen variaciones en el umbral. En otras palabras, lo que se considera pobreza varía todos los años en función de la renta mediana del total de la población. Si la renta mediana se incrementa, entonces el umbral de pobreza crece y lo contrario sucede en caso de reducción. El gráfico que hemos visto en el trabajo, muestra la evolución del umbral de pobreza entre los años 2008 y 2019. Se distinguen tres intervalos diferenciados. El primer año está caracterizado por un fuerte incremento del umbral de pobreza causado por la subida de las rentas del último periodo de crecimiento anterior a la crisis (recordar que el umbral de pobreza de cada año se calcula con datos de renta del año anterior); el periodo entre 2010 y 2014, en el que la crisis económica impacta considerablemente en la distribución de rentas de la población, se refleja en una reducción del umbral en 915 € y el paso desde su máximo histórico a su mínimo histórico en cinco años. Finalmente, desde el año 2014 se registra un crecimiento sostenido de los umbrales de pobreza que acaban, nuevamente registrando máximos históricos. Para el año 2019, los umbrales se incrementan ligeramente con respecto al año anterior y el umbral de riesgo de pobreza alcanza los 9.009 €, y el de pobreza severa los 6.006.
Por otra parte, las diferencias por sexo son escasas, aunque las tasas son algo más elevadas entre las mujeres que entre los hombres.
Finalmente, la pobreza infantil, es decir, aquella que se registra entre los chicos y chicas menores de 18 años, que se había reducido 1,5 puntos el año pasado ha vuelto a incrementarse y alcanza al 27,4% de los NNA, cifra que es unos 7 puntos, es decir, un 35 %, más elevada que la tasa del resto de población adulta (de 18 a 64 años). Para todos los años, se cumple que los hogares con NNA tienen tasas de pobreza notablemente más altas con respecto a las de aquellos compuestos sólo por personas adultas.
El Estado de bienestar, sólo para los políticos.
Los Técnicos del ministerio de Hacienda (Gestha) consideran que falta transparencia a las declaraciones de rentas y bienes de los diputados. Estiman que deberían contener, con mayor o menor desglose, la misma información que deba figurar en la declaración del IRPF del Impuesto sobre el Patrimonio, aunque no se esté obligado a su presentación. “De esta manera, los ciudadanos podrían conocer una imagen fiel de la totalidad de las rentas obtenidas por los diputados y cómo ha variado su patrimonio a lo largo de la legislatura”.
Para esta organización, “el sometimiento a las reglas de estos impuestos aliviaría la ausencia de control parlamentario sobre las declaraciones de bienes presentadas y la no exigencia de responsabilidad en casos de incumplimientos, inexactitudes u omisiones deliberadas, especialmente en aquellas partidas que pudieran llegar a cuestionar la debida imparcialidad de los diputados en su toma de decisiones”.
El Congreso publica los bienes de los diputados. Activos, ahorros, acciones, planes de pensiones o patrimonio inmobiliario. Son datos de la declaración de la renta del pasado año.
De los cinco líderes, el más acaudalado es Pedro Sánchez. Más de 200.000 euros, la mayor parte en acciones y planes. Dos casas y cobró 75.000 euros y otros 16.000 por derechos de autor.
Pablo Iglesias, con 114.000 euros, era el que más líquido tenía. Poseía una casa, un chalet, un coche y una moto. Ademas de como diputado, ingresó otros 46.000 euros sobre todo de programas de televisión.
Santiago Abascal declaraba en 2020 13.000 euros en cuenta. Solo tiene un coche y una moto. Cobró 55.000 euros como presidente de Vox.
Marcos de Quinto, pendiente de publicación
Los ex-ministros Pedro Duque e Isabel Celaá, la exministra Isabel García Tejerina y el ‘popular’ Adolfo Suárez Illana son algunos de los diputados del Congreso con mayor patrimonio declarado, a expensas de que se publiquen las declaraciones de bienes que faltan, entre ellas las del exdirectivo de Coca Cola, Marcos De Quinto, de Ciudadanos.
En su declaración de patrimonio y rentas, Pedro Duque dice haber recibido en 2018 unos ingresos de 40.561,10 euros por su labor como ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, y de 2.246,97 euros como profesor asociado en la Universidad Politécnica de Madrid, donde ejerció hasta junio del año pasado. Asimismo, el astronauta percibió una suma total de 33.519.42 euros de todos los rendimientos de cuentas y capital mobiliario, 4.000 euros por el arrendamiento de una vivienda y 545,25 euros en dividendos de acciones.
Duque, que pagó cerca de 21.000 euros de IRPF en el pasado ejercicio fiscal, asegura tener dos viviendas en propiedad en Alicante –una de ellos en Jávea– y otra en Madrid, además de un coche y una barca, y más de 316.000 euros en cuentas corrientes y financieras. Además, declara inversiones de casi un millón de euros en productos y activos financieros (incluyendo su participación por valor de 390.977,16 euros en la empresa Copenhage Gestores Inmuebles, la sociedad patrimonial que creo con su esposa y a través de la que compró su vivienda de Jávea).
De su lado, su compañera de filas y portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, asegura haber recibido un total de 28.187,12 euros como ministra de Educación, y 13.195,346 en concepto de pensión de jubilación del Instituto de la Seguridad Social. En su declaración figura, además, que percibió 2.505,30 euros en dividendos de acciones cotizadas en bolsa. La socialista vasca, que pagó poco más de 13.000 euros por IRPF en 2018, también tiene tres viviendas, dos terrenos rústicos y más de 150.000 euros en el banco, así como medio millón de euros en fondos de inversión y acciones en diferentes empresas. Tiene concedidos tres préstamos por un importe total superior a los 153.000 euros.
En la bancada del PP, la exministra de Agricultura Isabel García Tejerina es una de las diputadas con más patrimonio. Declaró al Congreso un sueldo de 20.000 euros como ministra y otros 20.000 del PP por su cargo de vicesecretaria de Sectorial. Además percibió más de 120.000 euros por dividendos de acciones, rentas de una planta fotovoltaica y una explotación agraria. Tejerina, que pagó poco más de 28.000 euros por IRPF, solicitó un préstamo hipotecario por importe de 900.000 euros en mayo de este año, que aún debe completamente, así como un préstamo personal que asciende a 194.000 euros. También posee parte de varias viviendas en Palencia y Valladolid procedentes de herencias, y tiene participaciones en un par de sociedades que poseen pisos y locales comerciales. En su cuenta corriente dispone de 214.000 euros.
Por su parte, Adolfo Suárez Illana, secretario en la Mesa del Congreso, percibió poco más de 200.000 euros en sueldos por su actividad profesional e ingresó otros 45.000 euros en dividendos y participación en sociedades. Asimismo, declara 450.000 por el acuerdo de finalización de servicios profesionales en Ontier, pagadero mensualmente en cuatro años; y otros 40.800 euros por un acuerdo de finalización de servicios profesionales con Elecnor. Suárez Illana, que pagó unos 61.000 euros por IRPF el último ejercicio, dispone de una vivienda en Madrid al 50% y terrenos rústicos en Avila por herencia de los que participa en un porcentaje inferior del 10% o menos en otros casos. El saldo de su cuenta corriente asciende a 172.000 euros, dispone de cuatro vehículos (tres Mercedes y un Land Rover) y debe unos 75.000 euros por dos préstamos.
Irene Montero, de Unidas Podemos, tiene 148.000 euros en el banco y posee 3 viviendas, un almacén, y 2 fincas rústicas, la mayoría de herencia. Cobro más de 79.000 euros como diputada.
El saldo del periodista y ahora diputado del PP, Pablo Montesinos 157.000 euros. Ingresó más de 111.000 euros.
En las filas de Vox destaca el caso de Macarena Olona. La secretaria general del grupo parlamentario, declaraba tener fondos en el banco por valor de 116.400 euros. Olona, abogada del Estado, registraba también un sueldo de casi 75.000 euros de la empresa pública Mercasa, 8.600 euros del Ministerio de Justicia y 13.200 ingresados por un arrendamiento. Su declaración indica que tiene en propiedad una vivienda y una plaza de garaje, unos 700 euros en acciones en la empresa Iberdrola y otros 2.000 euros en un fondo de pensiones; además de un coche Porsche Panamera. Tiene concedidos dos préstamos por Bankia: uno de 113.000 euros de los que aún debe casi 76.000 y un segundo de 80.000 euros de los que tiene 64.300 por pagar.
Sin embargo, no era ella la diputada con mayor patrimonio y rentas de su grupo. Ignacio Gil-Lázaro, exdiputado del PP y ahora parlamentario de Vox, declara tener más dinero en sus cuentas corrientes: 261.855 euros. El exdiputado ‘popular’ asegura haber percibido 33.500 euros por trabajos por cuenta ajena y un vehículo.
No digo más. Los políticos se ponen las botas. Los pobres españoles no se las pueden ni comprar.
Enrique Area Sacristán.
Teniente Coronel de Infantería. (R)
Doctor por la Universidad de Salamanca.