¡Ojalá te toque vivir tiempos interesantes ¡ Eso dice una antigua maldición china, casualmente, que bien pudiera dedicarse ahora al benemérito Cuerpo de la Guardia Civil.
Y, a continuación, aunque no lo cuentan Pedro y Pablo, estoy seguro de que les gustaría decir algo así, y que bien les vendría señalar a las parejas del Benemérito que acaban de celebrar su 175 aniversario de su creación en unos días en los que ya no se olfatea el humo siniestro de esos artefactos explosivos activados por esos ultraizquierdistas en sus moradas, que les va a tocar vivir tiempos interesantes.
Ojalá no podáis quedaros sentados a las puertas de esa Casa Cuartel de la Guardia Civil, viendo pasar a los demás de camino a algún sitio mientras sólo observáis sosteniendo cualquier cosa fría o caliente que os haga sentir bien mientras la bebéis.
Ojalá no podáis estar parados mientras los demás corren a vuestro alrededor buscando algo y pasan por vuestro lado pidiendo ayuda.
Ojalá tengáis que decidir. Elegir de entre varias cosas para acabar quedándoos solo con una.
Ojalá entre esas decisiones esté la de tener que compartir con el de al lado y con el que está un poco más allá. Que la comida que os alimente tenga cada día un sabor y no os acostéis nunca sabiendo qué habrá sobre tu mesa al día siguiente.
Ojalá seáis capaces de demostrar ingenio en los tiempos agitados en los que hay que inventar o reinventarse para sobrevivir y para que otros sobrevivan.
Ojalá tengáis que tomar partido, posicionaros, pintaros la cara de un color boscoso o de muchos, decantaros por algo, elegir a alguien.
Ojalá vuestra energía no se quede esperando despierta, con la luz encendida cada noche, a un príncipe vestido de color verde que acuda entre las sombras para sacarte a pasear y, luego, te devuelva a casa, dándote un casto beso en la puerta.
Ojalá tengáis la suerte de equivocaros alguna vez, para estar seguros de que seguisteis vuestro instinto porque así tendréis dos compañeros en el camino: el error que os seguirá hasta convertirse en lección y la intuición que estará siempre con vosotros porque si la escucháis os llenara siempre de experiencias.
Y como tantas veces en que la vida parece estar escuchándoos mientras pensáis o tecleáis un informe, una de esas frases mágicas que tanto os gustan, llegue hasta donde estéis y sintáis delante de España para ver cómo escribís, por si alguna vez lo mencionáis:
“Sed vosotros el camino que queráis ver en el mundo”, como diría Gandi.
Sois parte y camino, aunque seáis tan llanos, tan sencillos, transitados o tan vulgares que nadie se haya perdido ni equivocado nunca al seguiros, ni siquiera por hacerlo a ojos cerrados.
Ojalá os toque vivir tiempos interesantes, como los que vivimos ahora, y aprendáis a vivir de verdad y, cuando todo haya pasado, podáis entreteneros cada día admirando el álbum de vuestra propia vida, en lugar de los recortes que hayáis acumulado por la contemplación de las vidas de otros.
¡¡¡ Ojala vuestro comportamiento sirva y haya servido de ejemplo a todos aquellos, débiles de moral y poco arrepentidos, que ven en vosotros la otra cara de su moneda¡¡¡
Siempre a vuestras órdenes.
Enrique Area Sacristán.
Teniente Coronel de Infantería.
Doctor por la Universidad de Salamanca.