Es frecuente encontrar como sinónimo de ‘orgía’ (actividad sexual en grupo) el término ‘bacanal’ o referencias a las ‘bacanales romanas’ como fiestas desenfrenadas en las que todos los presentes acababan practicando el sexo unos con otros.
Pero, lejos de la realidad, esas bacanales no eran licenciosos encuentros sexuales, sino una celebración privada que se realizaba esporádicamente en honor al Dios Baco y en la que los asistentes comían, bebían, hablaban y se divertían, pero sin haber obligatoriamente connotación sexual alguna y, por lo tanto, deberíamos de dejar de usar el término bacanal para referirnos al sexo grupal.
Debemos tener en cuenta que el uso del término orgía (con el sentido que le damos hoy en día) no aparece utilizada en tiempos de la Antigua Roma, surgiendo dicho vocablo a partir de la Edad Media cuando desde el catolicismo se intentó denostar todo aquello que provenía del paganismo romano y, por tanto, aprovecharon para tergiversar la historia señalando que las celebraciones en honor a Baco (bacanales) eran fiestas grupales dedicadas al sexo y el desenfreno.
Evidentemente que, en más de una ocasión, aquellas bacanales romanas (tras la ingesta de alcohol) acabaría con algún que otro revolcón entre los asistentes (orgia), pero realmente la mayor parte de las imágenes de lo que creemos que eran aquellas bacanales no dejan de ser una simple ficción literaria o cinematográfica.
Por Alfred López. «El listo que todo lo sabe»