¿Sabías que en Japón un gran número de personas celebran la Nochebuena cenando pollo del restaurante ‘Kentucky Fried Chicken’?

En Japón, a pesar de ser un país en el que la presencia de católicos es minoritaria (menos de 0,5 % de la población), existe una gran tradición navideña.

Muchas son las poblaciones (especialmente ciudades grandes, como Tokio) que se engalanan y adornan sus calles con llamativas luces navideñas, árboles con bolas y guirnaldas y hacen sonar villancicos por sus potentes altavoces, aunque cabe destacar que una de las piezas que más suena y se interpreta durante esas fechas en Japón es la Novena sinfonía de Beethoven. Esta pieza musical allí es conocida como «Daiku»  y no se sabe a ciencia cierta por qué, pero tiene enloquecidos a los nipones durante el periodo navideño.

Evidentemente la Navidad para ellos no deja de ser un motivo comercial y consumista (como cada vez lo es más en occidente) y no le dan a esas fiestas ningún componente religioso. Tampoco es festivo esos días, por lo que los ciudadanos nipones hacen su vida normal durante esa época, pero acompañados de toda la parafernalia navideña.

Pero uno de los datos más curiosos sobre la Navidad en Japón es que, desde hace cuatro décadas, se ha convertido toda una tradición el comer en esa fecha pollo que ha sido adquirido en uno de los más de mil restaurantes que la cadena «Kentucky Fried Chicken»  tiene repartidos por el País del Sol Naciente.

El 24 de diciembre hay largas colas (de varias horas de espera) para adquirir uno de los combos de pollo frito de KFC y miles las personas que, con meses de antelación, hacen una reserva para cenar en uno de esos locales el día de Nochebuena.

Esta curiosa costumbre empezó a partir de 1974, año en el que KFC lanzó una campaña publicitaria (a través de vallas, televisión, prensa impresa y radio) en el que su eslogan era «Kurisumasu ni wa kentakkii!»  (¡Kentucky para Navidad!), animando a los visitantes no japoneses, que en aquel país debían pasar las fiestas navideñas, para que comieran de su pollo. El motivo es el siguiente:

Todo parece indicar que la idea de dicha campaña surgió poco antes, a inicios de la década de 1970, cuando un ciudadano estadounidense, que le tocó pasar la Nochebuena en Tokio, se acercó hasta uno de los restaurantes que la cadena KFC tenía en el barrio de Aoyama y pidió una ración del pollo crujiente, mientras le comentaba al encargado del local que aquella comida era lo más parecido al pavo que hubiese cenado esa noche en su hogar a miles de kilómetros de allí. El gerente del restaurante transmitió el comentario del cliente a uno de sus superiores y en 1974 se lanzó la mencionada campaña.

Hoy en día hay todo un merchandising alrededor de la campaña navideña de KFC, realizando combos especiales para esa fecha que contiene piezas de pollo, tarta y una botella de champán. Además de aparecer la figura del mítico «coronel Sanders» (creador de la cadena de restaurantes) ataviado con un traje y gorro de Papá Noel.

Por Alfred López. «El listo que todo lo sabe».

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