Seguro que en más de una ocasión habéis escuchado o utilizado el término ‘borde’ (o la expresión ‘ser un borde’) que suele usarse para hacer referencia a una persona que se comporta de manera antipática, desagradable o impertinentemente.
El origen etimológico de borde lo encontramos en la palabra en latín ‘burdus’, la cual se utilizaba para referirse a los bastardos (hijos nacidos fuera del matrimonio) y a aquellas plantas que brotaban sin haber sido cultivadas o injertadas.
Del término burdus derivaron varias palabras, entre ellas la mencionada ‘borde’ para referirse a alguien impertinente o antipático; ya que se tenía el convencimiento de que los hijos nacidos fuera del matrimonio gozaban de ese carácter agrio y seco. ‘Burdo’, cuyo significado es tosco, basto, grosero. O la palabra ‘burdel’, como referencia al lugar donde ejercían las prostitutas que en algunas ocasiones tenían hijos –bastardos- de algún cliente.
Antes de llegar al castellano en la forma ‘borde’, la palabra burdus pasó por el catalán ‘bord’, aunque algunas fuentes indican que el paso previo desde el latín al catalán fue a través del provenzal.
No debe confundirse el término borde (como referencia a antipático) con el que significa ‘extremo u orilla de algo’, ya que éste proviene, a través del francés, de los ambientes náuticos (bord, cuyo significado es costado o lado de la nave/barco y de ahí expresiones como ‘echar por la borda’)
Por Alfred López. «El listo que todo lo sabe».