La expresión ‘Tirar la piedra y esconder la mano’ se utiliza para indicar la maldad e hipocresía de alguien en algún asunto. También para señalar el hecho de provocar una disputa o conflicto y hacerlo de modo anónimo o negando haberlo hecho.
Varias son las fuentes que indican que esta locución se originó a raíz de otra que aparece en un pasaje bíblico; concretamente en el Nuevo Testamento (Juan 8:7) en el que aparece el siguiente texto:
[…]Y Jesús se fue al monte de los Olivos.
Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba.
Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio,
le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio.
Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices?
Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo.
Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. […]
Pero, aunque el mencionado pasaje habla de arrojar una piedra, en ningún momento hace mención o se intuye que hay referencia alguna a esconder la mano (o sea, a hacerlo a escondidas).
La mayoría de expertos señalan que el origen de la expresión se encuentra en la obra ‘El banquete’, escrita por el filósofo griego Platón en el siglo IV a.C. y en el que se puede encontrar que es pronunciada por Eriximaco y dirigida a Aristófanes:
[…]Después de tirar la piedra, Aristófanes, crees que vas a poder esconder la mano[…]
Un texto que originalmente fue escrito en griego y del que se han hecho numerosas traducciones e interpretaciones en las que en muchas versiones (sobre todo desde el siglo XIX hacía aquí) no aparece mencionada la ‘piedra’, sino una ‘flecha’.
Uno de los ejemplos es la versión publicada en 1871 por el filósofo e historiador Patricio de Azcárate y del Corral y que se trata de la que más se ha utilizado desde entonces para reeditar las diferentes ediciones de ‘El banquete’ de Platón:
[…]Después de lanzar la flecha, replicó Eriximaco, ¿crees que te puedes escapar?[…]
De la expresión ‘Tirar la piedra y esconder la mano’ existen muchas variantes, entre ellas ‘tira la piedra y esconde la mano’ o las recogidas por Íñigo López de Mendoza y de la Vega (marqués de Santillana) en el siglo XV ‘Echa la piedra y esconder la mano’ (Refranes que dicen las viejas tras el fuego) y ‘Tirar la piedra y esconder la mano: hecho villano’ de Gonzalo Correas (Vocabulario de refranes y frases proverbiales, 1607) y este mismo autor recogía la forma ‘Tirar la piedra con la mano ajena’.
Cabe destacar que por la red corre otra explicación sobre la procedencia de la expresión ‘Tirar la piedra y esconder la mano’ y que está basada en una antigua leyenda cubana. En ella se relata el supuesto crimen cometido por una prostituta, llamada María Ramos, acusada de haber acabado con la vida de su proxeneta y que, durante el juicio, alegó que lo encontró muerto de una pedrada en la cabeza al llegar a su casa y que la única que estaba en la casa era su gatita ‘mimí’. Se dice que de ahí salió un chascarrillo que decía ‘La gatica de María Ramos dio la fatal pedrada… pero ¿con qué manos?’ y que acabó derivando en la forma ‘Eres como la gatica de María Ramos, que tira la piedra y esconde la mano’, que es muy popular entre los cubanos.
Por Alfred López. «El listo que todo lo sabe»