Estamos acostumbrados a escuchar o leer el término ‘alienígena’ relacionado únicamente con los extraterrestres y todo aquel ser proveniente del espacio y otros planetas.
Dicho vocablo tomó mucha popularidad hace cuatro décadas a raíz del estreno de la película ‘Alien: el octavo pasajero’ dirigida en 1979 por Ridley Scott y protagonizada por Sigourney Weaver.
Hasta entonces a aquellos seres provenientes de otros planetas o mundos se les conocía comúnmente como ‘extraterrestres’ o ‘marcianos’ y, de forma ocasional y menos usada, ‘alienígena’ o ‘alien’ (su forma en inglés).
Pero originalmente el término ‘alienígena’ no era utilizado para referirse a los extraterrestres sino a los extranjeros.
Etimológicamente proviene del latín ‘alienigĕna’, cuyo significado literal era ‘de otra tierra’ o ‘de otro origen’, y se utilizaba para hacer referencia a aquellas personas que no habían nacido en el Imperio Romano (que procedían de otros lugares) e incluso a las mercancías no autóctonas que llegaban a Roma.
También se utilizaba el término en latín ‘alienigĕnus’ (alienígeno en español) cuyo significado es ‘extraño, no natural’.
Por Alfred López. «El listo que todo lo sabe». (20 minutos)