El presidente del Gobierno, Pedron Sánchez, ha ejecutado una «fuerte» remodelación del Ejecutivo que sólo afecta a la parte socialista del mismo. Unos cambios de calado: Carmen Calvo, hasta ahora vicepresidenta primera, abandona el Ejecutivo. Su escalafón estará ocupado por Nadia Calviño, responsable de Asuntos Económicos, y que ahora será la número dos. Yolanda Díaz pasa de vicepresidenta tercera a vicepresidenta segunda. Además sale del Gobierno otro peso pesado, José Luis Abalos que se despidió del Ejecutivo a través de las redes sociales.
«Haber servido a mi país como ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha sido un gran honor para mí», escribió el numero dos del PSOE, además de agradecer a Pedro Sánchez la confianza que puso en él.
Carmen Calvo también utilizó Twitter para despedirse del Gobierno públicamente. «Orgullosa de haber servido a mi país durante estos 3 años tan complejos y de haber cumplido con mi deber», escribió la hasta ahora vicepresidenta primera del Gobierno.
Sánchez ha decidido no abrir un debate con Podemos sobre su cuota en el Gobierno y limitar sólo los cambios a las carteras socialistas. Los cinco ministros morados se mantienen en el cargo. Fuentes gubernamentales indican que en la negociación entre Sánchez y Díaz se acordó mantener a los ministerios de Unidas Podemos al margen de la remodelación en una negociación mantenida en los últimos días.
La líder morada ha evitado así también desencadenar una crisis y batalla interna en la formación a cuenta del reparto de cuotas de poder, a los pocos meses de asumir el liderazgo en el Gobierno tras la salida de Pablo Iglesias . Cabe recordar que aunque Iglesias designó a Díaz como el referente de Unidas Podemos en el Gobierno, ésta no milita ni en Podemos ni en IU ni en los comunes de Ada Colau .
Así, la propia Díaz (vicepresidencia tercera y Trabajo), Irene Montero (Igualdad), Ione Belarra (Derechos Sociales), Manuel Castells (Universidades) y Alberto Garzón (Consumo) seguirán en el Consejo de Ministros . Precisamente Garzón de la antesala de esta crisis por su campaña para reducir el consumo de carne, que ha molestado tanto a PSOE como a Podemos por las formas y el momento elegido.
«Este nuevo tiempo nos empuja a pensar en grande», ha escrito Yolanda Díaz en Twitter, para seguir después escribiendo que «el futuro se escribe con la fuerza de las mujeres» y que «este Gobierno sigue comprometido con los grandes retos del acuerdo de coalición». Mujeres u hombres que no han demostrado nada que no sea urdir trapisondas y crear problemas a los sectores económicos de la Nación, dando razón de ser al dicho de «da Dios almendras al que no tiene muelas» del que tenemos multitud de ejemplos casi todos los días.
El verdadero refrán es «Dio Dios habas a quien no tiene quijadas». En ambos casos suele decirse cuando la fortuna, en lo que fuere, recae sobre la persona menos indicada para disfrutarla.
Se señala que, habitualmente, la suerte sonríe a quien no tiene dientes para devolverle la sonrisa; es decir, que la fortuna recae en quien no sabe o no puede aprovecharla. Existen numerosos refranes que reflejan el injusto reparto de la suerte: Da Dios legañas a quien no tiene pestañas; Da Dios mocos al que no tiene pañuelos; Da Dios nueces a quien no tiene dientes; Da Dios pañuelo al que no tiene narices; Da Dios habas a quien no tiene quijadas; Dios le da bragas al que no tiene culo, etc.
Con este refrán se moteja a los que teniendo los medios para algo son incapaces de aprovecharlo y llevarlo a buen término. También se usa cuando alguien tiene alguna posesión y no sabe apreciarla o la estima de una persona y no la corresponde; también cuando esa falta de aprovechamiento se da por falta de capacidad. Se suele usar con un matiz de cierta envidia, en el sentido de que quien habla da a entender que él mismo sí que lo apreciaría.
Existen muchísimas variantes de este refrán, respondiendo al mismo esquema y con los que podemos identificar las labores de ciertos personajes del gobierno incluyendo a su presidente:
- Da Dios habas a quien no tiene quijadas.
- Da Dios bragas al que no tiene nalgas.
- Da Dios habas al que no tiene quijadas.
- Da Dios lagañas al que no tiene pestañas.
- Da Dios mocos al que no tiene narices.
- Da Dios mocos al que no tiene pañuelos.
- Da Dios narices al que no tiene pañuelos.
- Da Dios nueces a quien ni tiene dientes.
- Da Dios pañuelo al que no tiene narices.
- Dio Dios habas a quien no tiene quijadas.
- Dios da barbas al que no tiene quijada.
- Dios da bragas a quien no tiene culo.
- Dios da carne al que no tiene dientes.
- Dios da mocos al que no tiene pañuelo.
- Dios da mocos a quien no tiene nariz.
- Dios da mocos a quien no tiene pañuelos.
- Dios da muelas a quien no tiene ‘quejás’.
- Dios da nueces a quien no sabe cascarlas.
- Dios da pan a los que no tienen dientes.
- Dios da pan a quien no tiene dientes.
- Dios da pañuelo al que no tiene narices.
- Dios da pañuelo, a quien no tiene mocos.
- Dios le da barba a quien no tiene quijada.
- Dios le da bragas al que no tiene culo.
- Dios le da legañas al que no tiene pestañas.
- Dios le da maíz a quien no tiene gallinas.
- Dios le da mocos a quien no tiene pañuelo.
- Dios le da pañuelo a quien no sabe limpiarse.
- Dios le da sombrero, al que no tiene cabeza.
Ejemplos:
A veces, Dios le da pan al que no tiene dientes. En política, le da méritos a los que no hacen esfuerzos. Sino , basta con ver a nuestro ministro Alberto Garzón, que anteayer complicó al máximo sus aspiraciones de alcanzar la popularidad por algo que no fuera su propia incapacidad, que no recibió ningún regalo del presidente ni de sus compañeros del consejo pero que se ganó su propio título: el de la permanencia en el gobierno. Ya se sabe que para ser miembro de este se debe ser analfabeto, tonto, inútil, mentiroso o inculto.
¡Dios le da barba a quien no tiene quijada y pan al desdentado! Por eso a algunos de estos pitucos, sólo les falta nacer con la colita de chancho.
Dios da mocos a quien no tiene nariz. Que semejante espécimen sea presidente del país que tiene más poder mediático en el mundo hispano ante Europa, da qué pensar sobre la capacidad de los ciudadanos españoles para elegir al primer gobernante del país o, al menos, a sus parlamentarios. Con el susodicho se equivocaron. A su nula popularidad mundial y máximo ridículo me remito. Ni en casa ni fuera de ella.
Enrique Area Sacristán.
Teniente Coronel de Infantería. (R)
Doctor por la Universidad de Salamanca.