Este dicho tiene como origen algo que quienes practican caza saben muy bien: la liebre es un animal muy ligero y a cualquiera se le puede escapar.
Por supuesto que cuanto mas habilidad y experiencia tenga un cazador, menos serán las posibilidades que una presa se le escapen. Aun así, por mas que un cazador sea muy bueno y habilidoso, puede ser que una liebre se le escape.
En realidad, se utiliza la imagen de la liebre pero puede tratarse de cualquier otro animal. La posibilidad de errar siempre existe y en mas de una ocasión se va a dar aunque se intente lo contrario.
Algunas variantes de este refrán reemplazan al ‘mejor cazador’ por el ‘mejor tirador’ haciendo referencia a alguien que es habilidoso con las armas y tiene buen puntería, y el final también cambia diciendo que a este se le puede ir la guagua, la cacería, la perdiz, a liebre o la pava; o bien que se le puede escapar un tiro.
Otros refranes similares que expresan la misma moraleja son:
- Al mejor galgo se le escapa una liebre
- El mejor nadador es el que se ahoga
- Hasta el mejor escribano echa un borrón
- No hay caballo, por bueno que sea, que no tropiece
- Un tropezón, cualquiera da en la vida
Cualquier persona, incluso aquellos que tienen mucha preparación, capacitación y habilidad en una materia en particular, igualmente pueden cometer una equivocación o un error.