Este artículo lo reitero, ahora que otro elemento ha entrado en lid, como recordatorio y abre boca. A ver cómo justificas que no habéis manipulado la correspondencia clasificada oficial que va remitida directamente a otro destinatario y aparecen dos cajetines de tu Unidad en el interior, sin tener que conocer. Dime la manera de estampillarlos sin acceder al interior del doble sobre sin manipularlo.
Cuenta el chiste viejo y malo que Fidel reunió en la Plaza de la Revolución su acostumbrado millón de (sub) empleados públicos flameando sus banderitas de papel y les dijo: “tengo una buena y una mala noticias. ¿Cuál prefieren?” Rugió la masa de subvencionados muertos de hambre con la obvia: “¡La buena!”. Respondió el caballo: “¡Para comer sólo nos queda mierda!”. Silencio absoluto. Paseó la mirada expectante el líder máximo por las cabecitas de sus ejércitos en nómina de inútiles ministerios, cuando una voz se elevó por entre la multitud y le preguntó tímidamente: “¿Y cuál es la mala, comandante?”. “¡Habrá que racionarla, pues no alcanza para todos!” – gritó estentóreo el titán de la Sierra Maestra.
He recordado ese chiste macabro al repasar mi expediente disciplinario por defender la unidad de España después de que me mensajeara con el ínclito Coronel por whatsapp dándole la oportunidad de explicarme el motivo por el que en el conjunto» de todos los papeles correspondientes al asunto o negocio aparecían dos cajetines de su Unidad de espionaje. A estas horas, según el ilustrísimo, al Ejército no le pasará nada, piensa, digo yo, porque haya entre nosotros tipejos que fomentan la separación, la división, la falta de confianza en la justicia, en la Institución y en el Mando militar, repartiendo mierda. «Ten la plena seguridad que desde que yo estoy aquí no se ha seguido nada contra ti en esta Sección»; mientras yo veía sus cajetines entre los papeles del expediente que ni siquiera debían haber pasado por el Cuartel General del Ejército, pero mucho menos por su Unidad, la SINTSEGET.
Me asombra, porque según dice mi camarada, que sí entiende de leyes, la crisis de nervios que les espera, no solo a este Coronel, les hará tarumba. La pérdida corresponde ni más ni menos que a la confianza que tenía en unos compañeros que, por otra parte, de todos es sabido desde siempre, actuaban indignamente desde estos puestos.
Hitler decía que los grandes mentirosos suelen ser grandes magos. Hasta que se les acaba la magia y terminan como él, pasto de las llamas en su bunker berlinés. Basta de engañifas. Todo lo demás es cuento; no tenía mas explicación que darme, y, como bien dice Nazoa, los cuentos no se comen. Se comen los huevos. Y yo como huevos.
¡Qué pesadilla, hermano! ¿Quién fue el imbécil que recomendó ponerte en el 2018 como coronel fracasado como «Técnico superior de la Administración nivel A»? Que de un paso al frente. No dura ileso de este embrollo en que le podéis haber metido ni 15 segundos, como no va a aguantar un traspiés el que ha entrado como un elefante en una cacharrería con denuncias falsas. No me asustáis con vuestras denuncias a la fiscalía del Supremo .
Enrique Area Sacristán
Teniente Coronel de Infantería (R)
Doctor por la Universidad de Salamanca