Los grados modernos utilizados en los ejércitos tienen su origen en las compañías de soldados del Renacimiento, en España e Italia, cuando los guerreros profesionales y Condottieri, comenzaron a reemplazar a los soldados de leva de la Edad Media.
Se puede afirmar que el origen del nombre de los grados está dado por el de las organizaciones militares que les dieron lugar. Las de la época a que hacemos referencia contemplaban el agrupamiento de los hombres en grupos de compañeros o compañías, a la cabeza de las cuales, se encontraron como jefes de la tropa o caudillos, los Capitanes, término derivado del latín caput (cabeza), del que derivaron también los vocablos Hauptmann (en alemán) y Captain (en inglés), Capitano (en italiano) y otros muy similares.
Estas, también se llamaron Capitanías y su efectivo era de aproximadamente 500 hombres. La reunión de capitanías, constituía un ejército, a órdenes de un capitán de capitanes o Capitán General.
En España, desde la creación de las Guardias Viejas de Castilla, en tiempos de los Reyes Católicos, la Capitanía o Compañía, comenzó a ser considerada una unidad técnica, orgánica, táctica y administrativa. Su jefe o comandante, el Capitán, se elegía entre los guerreros de mayor prestigio e intachable conducta, que había servido seis años en calidad de soldado y tres como alférez. Tenía propiedad sobre esta y de hecho, también autoridad para nombrar a quién le secundaran en el comando.
De tal suerte, surge el grado de Teniente, o Lugarteniente, cuyo nombre tiene su origen en la acción de tener o aspirar el cargo o ministerio, en este caso, del Capitán, a quien incluso, accidentalmente puede reemplazar, proviniendo su etimología del término latino locum tenens.
Esta facultad distintiva de los Capitanes de nombrar los cargos jerárquicos intermedios entre él y su tropa, abarcaba también el nombramiento de los responsables de ciertas funciones administrativas, estando entre ellos, los cargos o empleos de Alférez, los Sargentos y los Cabos de escuadra. El primero de ellos, era el oficial más joven, encargado de portar el estandarte, función de la que deriva el nombre de este grado, siendo su etimología de origen incierto, pero pudiendo provenir tanto del árabe (firis), del latín (aquilifer) , y hasta del hebreo (pharaz), significando en todos los casos, un joven y aguerrido caballero, encargado de portar el pendón o estandarte, en el primero, el águila de las legiones romanas en el segundo y jefe militar, en el tercero. En el caso del Sargento, su origen es también confuso, aunque muchas fuentes consideran que proviene del vocablo de raíz latina serviens, […] hombre asalariado, asoldado, soldado, deformado luego por el francés en el término servient o sergient, cuyo significado está dado por el empleo de velar por las armas y los caballos del caballero.
En cuanto al Cabo de Escuadra, era quien encabezaba una Escuadra o fracción de la Compañía, pudiéndose encontrar el origen de este término, en el mismo que el Capitán. A raíz de que las capitanías o compañías, resultaron débiles para actuar en forma aislada, sobre la reunión de un número variable de ellas, en el S. XVII se constituyeron cuerpos denominados Colunelas, al mando de un Collunelo o Colonel (vocablo de origen itálico , del que deriva el nombre, utilizado para el mismo grado en las organizaciones militares italianas, inglesa y francesa y el de Coronel, en la española). La experiencia demostraría la conveniencia de mantenerlas reunidas en forma permanente, para garantizar la integridad del país.
Con arreglo a estas experiencias, hacia 1504 / 1505, se organizaron veinte Colunelas con un efectivo de 800 a 1500 hombres en total, cuyos jefes recibieron la denominación de Cabos de Colunelas. El conjunto de estas, se ponía a órdenes de un Coronel General (por mandar la totalidad o generalidad de las colunelas).
Siempre en la idea de lograr una mayor unidad y fuerza, en 1534, se operaron en España, reformas importantes, particularmente en el arma de infantería.
Se organizan unidades denominadas Tercios, compuestas por tres coronelías, o colunelas, las que en lugar de 20, contarán con 12 compañías de 200 hombres. Las coronelías continuaron al mando de un coronel y la jefatura superior, la desempeñó un jefe con el título de Maestre de Campo. Aparece también el Sargento Mayor, jerarquía superior a la de Capitán, pero que no constituye un escalón obligatorio para que éste ascendiera a Maestre de Campo. Desempeñaba funciones administrativas y se convertía en el Segundo Jefe de los Tercios durante los siglos XVI y XVII.
Así como el lugar en el que los sargentos desempeñaban sus misiones, se denominaba Sargentía o Detall, el lugar o local en el que el Sargento Mayor desarrollaba las suyas, se comenzó a llamar Mayoría o Tenencia Coronela, puesto que allí se llevaban a cabo las tareas que el Maestre de Campo, delegaba en el Sargento Mayor, de donde es fácil deducir, que éste es el origen del grado de Teniente Coronel.
El de General proviene de la misma época, en que –como ya hemos visto-, surge la necesidad de poner un mando superior, sobre la generalidad o totalidad del ejército. De esta forma y particularmente en los ejércitos de tradición anglosajona, el cargo de General, transformado en grado, fue agregado a los ya conocidos de Teniente, Capitán, y Coronel, surgiendo así, los grados de Teniente General, Capitán General y Coronel General.
Al mismo tiempo, y siempre en las organizaciones militares anglosajonas, surgió la costumbre de agregar el cargo de Mayor, a algunos grados subalternos, para diferenciar determinadas funciones administrativas. Así, surgieron los grados de Capitán Mayor (actualmente, Mayor) y Sargento Mayor. Este último, como vimos, en la organización militar hispana, era un cargo primero y luego un grado de la jerarquía de Oficiales, creado para establecer otro intermedio entre los capitanes y los tenientes coroneles. Del mismo modo, puede encontrarse posteriormente entre las tradiciones y usos anglosajones, el grado de Sargento Mayor General, cuya posterior abreviatura y transformación en Mayor General, explica el por qué de la subordinación de éste último en aquellas, al Teniente General. El nombre del grado de Mariscal, antiguamente usado en la organización española y también, en la anglosajona, deriva de dos raíces alemanas: Marah (caballo) y Scalc (cuidador, sirviente). En las antiguas tribus teutónicas que invadieron al Imperio Romano, el principal sirviente de los jefes tribales, era su “maestro de caballos”, o Marah Scalc. Cuando estos jefes se concluyeron en reyes de los conquistados, estos sirvientes, devinieron en “oficiales de la corte” y en tiempos de guerra, en los jefes o capitanes de la caballería. Con el correr del tiempo, en algunos países y particularmente en Gran Bretaña, el título derivó en una función o cargo administrativo civil o protocolar, propio de un territorio o condado, (Earl Marshal) y el otro, en un grado militar, el Mariscal de Campo (Field Marshal).
Durante el S. XVII, en los países anglosajones, cuando los ejércitos se encontraron en organizaciones permanentes del estado, la concesión de los grados constituía una prerrogativa real, norma conferida mediante una comisión del rey sobre personas de confianza o especialmente recomendadas. Normalmente debería esperarse un turno para obtener estas comisiones, tiempo durante el cual se desempeñaran grados menores dentro de las unidades, dando lugar a los llamados cargos de oficiales no comisionados (Non Commissioned Officers o NCO), cargos o grados que en la organización militar hispánica tuvieron las clases y posteriormente, los suboficiales. En Gran Bretaña, los grados comisionados o cargos de oficiales pudieron ser vendidos, cosa que se acostumbró hasta 1870, como una práctica sobreviviente de la época de los ejércitos mercenarios. Solamente permanecerían siendo designados, los grados del generalato, como el resto de los grados en otros ejércitos. Durante el S. XIX, la mayoría de los ejércitos, comenzó a aplicar el sistema de promoción o ascenso de oficiales, mediante exámenes de suficiencia y cursos de perfeccionamiento y entrenamiento. Quienes los superaban, inmediatamente eran distinguidos con una garantía que los promocionaban cuando se producían vacantes en los grados superiores. Esto también se convirtió en costumbre, al designar como garantizados (warrant), a los oficiales no comisionados (NCO) o suboficiales más antiguos, figura que se mantiene en algunos ejércitos como el norteamericano, que designa de esta manera (warrant officer), a una categoría del personal militar , intermedia entre los oficiales y los suboficiales.
Hacia del siglo XX, el sistema de principios de graduación de los oficiales, se estandarizó en la mayoría de los ejércitos, con algunas variantes entre uno y otro país, como por ejemplo, el grado de Mayor, que entre otros, se denomina Comandante, en el español y en el francés, nombre con el que en nuestro ejército y en muchos otros, se denominan un cargo en el que se ejerce el comando, de mayor nivel que una jefatura. A su vez, para los grados del generalato, el ejército francés y muchos otros, pertenecientes a países latinos, adoptaron el patrón napoleónico, de agregar la magnitud del elemento comandado: General de Brigada, General de División, etc. adoptadas por algún tiempo, por ejércitos como el ruso y otros de países de su órbita, que luego fueron derogadas para adoptar el estilo común ya nombrado y generalizado.
Por último, no se puede omitir la mención del elemento esencial de cualquier ejército: el Soldado. El origen de su nombre se puede encontrar en la baja latinidad, en el término “solidum”, que significa sueldo o dinero y del que derivó “soldatus”, o persona asalariada. Posteriormente, proporcionaron a la original, una mayor jerarquía: Soldado Aventajado y Soldado Distinguido.
Estos son los orígenes de los Grados Militares que he encontrado buceando por la red teniendo como causa de la busqueda un mensaje relativo a estos cuyo estudio estaba sin confirmar y realizado, según ponía en el mismo, por Francis Bacon.