Hemos de remontarnos a la Convención 138 de la Organización Internacional del Trabajo, en 1973, donde se fijó, la edad mínima laboral, en 15 años.
Se coincide así, con la finalización legal de la escolarización obligatoria mundial, aunque España la retrasó a los 16 años, como su etapa de obligatoriedad escolar.
Es así como a nivel europeo, por el que se rige España, y mediante la Directiva 94/33, se prohíben los trabajos que superen objetivamente la capacidad física o psicológica del menor.
Se evitan así riesgos para su salud o seguridad.
Por ello la inspección provincial de trabajo, puede imponer la sanción, de hasta 1 millón de €, por infringir la normativa que persigue la explotación laboral infantil.
La niñez, así, tiene derecho a vivir su infancia, ir a la escuela y no trabajar en esta tierna y bonita etapa que se ha de proteger por los Estados y entes capacitados para ello.
A ello, se encamina, por otro lado, la Declaración de Ginebra de 1.924, donde todo queda así especificado y complementado con el Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC), instaurado por la OIT en 1.992, reforzado por la Convención C182, sobre las peores formas de explotación infantil, trata de blanca, incluida.
Por todas, es en la V Conferencia Mundial de Durban, de mayo de 2022, el mes pasado, en consonancia con la Meta 8.7 de la ODS, la que se dirige a asegurar la prohibición y total eliminación del trabajo infantil y su explotación.
UNICEF, cifra en 97 millones de niños y 63 de niñas, que suponen el 10% de las cifras mundiales sobre 1.800 millones, cuyo 75%trabajan sin protección social, especialmente las más explotadas, situándose en Asia-Pacifico; África Subsahariana, América Latina y Caribe, donde la explotación sexual para subsistir es endémica. Sin olvidarnos de los hornos de ladrillos en Nepal y Camboya; Talleres textiles de India y Bangladesh; Minas de Cobalto de Congo y Uganda, vulnerándose en todos los casos los derechos humanos y justicia social.
Manuel Rosa Recuerda (promotor UNION DEMOCRÁTICA DE GUARDIAS CIVILES)
«Sólo entre gente de bien, puede existir la amistad, ya que la gente perversa sólo tiene cómplices; la gente interesada tiene socios; la gente manipuladora, tiene víctimas y sólo la gente buena, reiteramos, tienen AMIGOS» (Voltaire)
