Desde época inmemorial, franquismo incluido, España presumió de Servicios Secretos que controlaban todo bicho viviente que osara moverse a su aire. Siempre se controló todo lo controlable, legal e ilegalmente. Como más cercanos, el CESID y CNI acaparan el deseo de controlar nuestras vidas, pasos que damos y escritos que desarrollamos, para contentar el intelecto cotidiano.
Famosas son las Brigadas de lo Social y sus larvadas y gusanoides formas de mediante los chivatos nauseabundos de toda la vida, mediante lo permisivo al chivato descarado, sin límite alguno, destruir al intruso que generalmente quería meterse en el chollo y la connivencia delictiva del «informador y el receptor», no sabiendo éste que era terreno acaparado, con o sin estipendios. A veces permitir a un ladrón de coches, mantener su exclusividad a cambio de enterarse en el lumpen quién llevó a cabo el último alunizaje, tras delatarlo, es obvio que daba patente de corso al delator y medallas al receptor de la información, que ni se planteaba lo delictivo del método.
Por ello, tuvieron que registrarse varios despachos de la DGGC, para obtener pruebas del pago con droga a los confidentes y el subsiguiente desmantelamiento de la Brigada antidrogas. Todo bajo mandamiento judicial y secreto.
Nauseabundo fue también la intervención del CESED, luego CESID, en hechos tan trágicos como el asesinato de Carrero Blanco y abrir carrera a los Guardias Civiles con corte y sellado de las calles en los preparativos del 23-F y ulterior ocupación del Congreso de los Diputados.
Todo a fin de cuentas para lisonja del Emérito y entrega en bandeja, al nefasto socialismo, una Presidencia del Gobierno, inmerecida a carta cabal y origen de la destrucción de la Justicia en España, con la lapidaria frase «Montesquieu ha muerto» del Vicepresidente Alfonso Guerra.
Paso a paso destruyeron la clase media española y con ella la estabilidad acomodada en forma de votos. Hoy todo es izquierdismo por todos lados, anticipo de elecciones por doquier, para sacar tajada de un hecho puntual. Hoy dia lo más puntual es ver qué sale de la «COMISIÓN PEGASO». Ver cómo detrás del espionaje ilegal y delictivo a 64 políticos independentistas, están otros 165 ciudadanos del lumpen catalán y vasco de toda la vida, será romperse la baraja y ni Paz Esteban, Directora del CNI, podrá controlar a las 3000 ratas en cloaca ajena, sobrepasados por unos escrutadores, la ezquerra de la ezquerra, que tendrán acceso a una documentación, hasta ahora en manos exclusivas de los que mueven los hilos.
Se cumplen 20 años desde la creación del CNI que, no olvidemos, está formada en un 80% por Guardias Civiles, dicen; cuando las falsedades gubernamentales mantenian que la Guardia Civil y sus miembros eran Fuerzas Armadas del art.8 de la Constitución. Falsedad que aún hoy continua, pese a la Sentencia del Tribunal de Estrasburgo, de hace 12 años y reiterada doctrina del Tribunal Constitucional, donde se recoge la votación del Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados, en 1977, cuando por 198, frente a 8 votos de AP y 2 abstenciones, se sacó a la Guardia Civil, de la creencia falsa de ser militares, cuando son sólo y exclusivamente POLICIAS, como FUERZAS Y CUERPOS DE SEGURIDAD DEL ESTADO, con lo que ello significa de manipulación y tergiversación de la misión Constitucional a cumplir por la Guardia Civil » aseguramiento de los derechos y libertades de los ciudadanos contribuyendo a la seguridad ciudadana» junto con el Cuerpo Nacional de Policia.
Felix Bolaños,como Ministro de la Presidencia, trató de exhonerar de responsabilidad, al Presidente Sánchez y Ministra de Defensa, con el invento de haber sido espiados también con el Pegaso en 2021, emulando a Emmanuell Macrón, Presidente francés, que acusó a Marruecos y al Rey del pais vecino, recurrió al manido ¡¡y a mí también me han espiado!!. En fin ratas y cloacas despavoridas, tratando de abandonar el barco de los tahures, cuyo hundimiento se ve venir, a marchas forzadas.
Manuel Rosa Recuerda (Promotor UDGC)
Saber y saberlo demostrar,es valer dos veces(Baltasar Gracián)
