El Ayuntamiento de Valencia (socialista), en diciembre de 2020 prohibió a la Policía local mostrar la bandera española en el bozal humano.
La bandera nacional es un símbolo, una representación de nuestras raíces, nuestra Constitución, y el pueblo español. Y aquellos que están dispuestos cada día a morir por todo ello, ni siquiera son autorizados a lucirla en el uniforme, al menos en el ayuntamiento socialista de Valencia. El argumento, la excusa para justificar el enésimo arrinconamiento de la bandera española (y con ello lograr el desarraigo de España, con su consecuente vulnerabilidad), es que el uniforme completo de los policías ha de ser “homogéneo”.
Cientos de miembros de distintos cuerpos de seguridad españoles, se han visto obligados a abastecerse de mascarillas mediante financiación propia porque las ofrecidas por el correspondiente gobierno eran defectuosas. Sindicatos policiales les proveyeron de varias partidas de mascarillas (en perfectas condiciones) que incluyen la insignia nacional, la cual el consistorio valenciano censuró.
Analicemos el tratamiento que la bandera española recibe en el extranjero:
1- En el verano de 2017, el ejército libanés, tras recuperar un tercio del territorio que el Estado Islámico controlaba en las montañas entre Líbano y Siria, hizo ondear en ese punto una bandera española, con el objeto de rendir tributo a los fallecidos dos días atrás, en los atentados que los jihadistas perpetraron en Barcelona y Cambrils. En el momento del recuerdo de España mediante la exhibición de su bandera, en Líbano se encontraban seiscientos militares españoles, como parte de una misión de Naciones Unidas.
2- El 28 de septiembre de 2018, en Marruecos varios jóvenes fueron condenados a penas de cárcel por “ultrajar la bandera nacional”, definición que en aquellas latitudes se otorgó a enseñar la bandera española en el estadio deportivo Saniat Ramel (Tetuán) y a continuación en la calle, durante una protesta multitudinaria de jóvenes marroquíes a causa de la situación política, económica y social que el país padece, y el comportamiento autócrata que el rey Mohammed VI mantiene.
3- El día de la Hispanidad de 2019, el edificio más alto del mundo, el Burj Khalifa, y el rascacielos Adnoc Group Tower, ambos en Dubai, reflejaron los colores rojigualdos y nuestro escudo constitucional.
4- Durante la primavera de 2020, el monte Cervino (en la frontera entre Suiza e Italia) se iluminó durante semanas con nuestra bandera.
Durante el comienzo de 2022, reflexiono sobre la contradicción aciaga de que nuestra gloriosa bandera sea más valorada y ondeada en el extranjero que en la patria.