El 8 de diciembre se celebra el día de la Inmaculada Concepción y es fiesta nacional en España, formando parte del famoso ‘puente de la Constitución’ o ‘puente de diciembre’. El origen de esta celebración se remonta a mediados del siglo XIX de la mano del Papa Pío XI, aunque en España se celebra desde 1644. Es una festividad de carácter religioso, que conmemora el nacimiento de la Virgen María, quien estuvo libre de pecado y culpa desde su concepción hasta su muerte, según marca la tradición católica.
La fecha elegida se debe a un cálculo matemático. La Iglesia Católica celebra el nacimiento de la Virgen el 8 de septiembre, por lo que para calcular el momento en el que fue concebida, se restaron nueve meses a esta fecha, dando como resultado el 8 de diciembre.
Su origen en España tiene un carácter bélico
En España, el origen de esta festividad tiene un carácter bélico, además de religioso. Está relacionada con el Milagro del Empel, o la Batalla de Empel, un suceso acontecido entre el 7 y 8 de diciembre de 1585, a raíz del cual la Inmaculada Concepción fue proclamada patrona de los Tercios españoles y actual infantería española.
De acuerdo con la tradición, el 7 de diciembre de 1585, el Tercio del Maestre de Campo Francisco Arias de Bobadilla, compuesta por unos cinco mil hombres, combatía durante la Guerra de los Ochenta Años en la isla de Bommel, concretamente en el monte de Empel. Los españoles se enfrentaban a sus enemigos en condiciones muy adversas, pues, además del estrechamiento del cerco, había de víveres y ropas secas.
Sin embargo, esa noche un soldado español se encontró con una imagen de la Virgen mientras cavaba una trinchera. Era una tabla flamenca que reflejaba la Inmaculada Concepción de María. Inmediatamente, el ejército improvisó un altar a la Virgen y paso toda la noche rezando. A la mañana siguiente, el agua del río Mosa se había congelado gracias a un viento inusual y tremendamente frío que sopló por la noche, por lo que las tropas españolas marchando sobre el hielo, atacaron por sorpresa a sus enemigos y obtuvieron una victoria que se antojaba imposible.
En ese año, la Inmaculada Concepción fue proclamada patrona de los Tercios de Flandes e Italia, en España se celebra desde 1644, y cuando oficialmente se empezó a rememorar lo sucedido en la Batalla de Empel. En cambio, la festividad no fue declarada como tal por el Vaticano hasta 1854, cuando Pio IX a través de la carta apostólica ‘Ineffabilis Deus’ declaró el dogma de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María. “Fue España la nación que trabajó más que ninguna otra para que amaneciera el día de la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María”, manifestado el 8 de diciembre de 1857 en la inauguración de un monumento a la Inmaculada en la Plaza de España, en Roma
Los sacerdotes españoles pueden vestir de azul este día
Como reconocimiento al esfuerzo, Pio IX concedió el ‘privilegio español’, que permitía a sacerdotes de España y sus antiguas provincias de Ultramar oficiar vestidos de azul, el color de la Virgen, en la fiesta de la Inmaculada y en su octava, es decir, los ocho días posteriores. Asimismo, pueden usar vestiduras azules en todos los sábados en que se permitan las misas votivas de la Santísima Virgen.