Con lágrimas en los ojos y totalmente fuera de sí, Pedro Sánchez ha comparecido esta mañana de 2024 en la sede de Ferraz para preguntar a la militancia del PSOE sobre el pacto que ha firmado con la mujer que ha elegido. El líder socialista y candidato a la presidencia ha asegurado tener la “suficiente madurez política” como para saber lo que quiere: la comunista Yolanda Diaz.
“Puede que no os guste a vosotros, pero creo que Yolanda es buena para mí y tengo derecho a elegirla y amarla, os guste o no”, ha declarado el líder socialista entre gritos, sin poder contener el llanto.
«Presidiré con ella, no podéis impedírmelo, pero me gustaría contar con vuestro consentimiento”, ha explicado el político intentando mantener la calma. Sin embargo, según ha declarado a continuación mientras aseguraba ser capaz de “cualquier cosa”, Sánchez ha informado que su intención es presidir España “aquí o lejos de aquí, en otro sitio, donde no podáis controlarme”.
“Me voy a pegar un tiro si no celebro mi investidura con ella después de ganar las próximas elecciones que vienen con el apoyo de los separatas y Bildu etarras, os lo digo muy en serio”, ha declarado para acabar.
Fuentes del PSOE revelan que Pedro Sánchez lleva meses enfrascado en los preparativos de su legislatura de 2024 y que no puede evitar romper a llorar tres o cuatro veces al día. “Está muy nervioso y tiene dudas… aunque estas alianzas hoy en día no significan tanto como significaban para nuestros padres políticos que las desechaban por desleales a nuestros muertos, a los familiares de las víctimas y a todos los españoles diligentes y exánimes”, ha explicado un alto cargo de la formación de la época de Corcuera.
“Os odio”, ha gritado Sánchez a su militancia justo antes de retirarse corriendo para encerrarse en su despacho y escuchar “Forever Young” en bucle y a un volumen muy alto, según las mismas fuentes.
Los espasmos del llanto o del sollozo son episodios en los que Pedro, parece ser, deja de respirar involuntariamente y pierde la consciencia durante un corto periodo, inmediatamente después de un episodio de miedo intenso y una fuerte alteración emocional como las provocadas por los problemas de la reforma laboral o el problema de las energías en el último mes.
Estos espasmos se producen en el 5% de los niños sanos y en algún niñato adulto como Pedro. Por lo general, comienzan en el primer año de vida, con un máximo a los 2 años. Desaparecen a la edad de 4 años en el 50% de los casos y alrededor de los 8 años en cerca del 83% de los casos. Un pequeño porcentaje de estos niños puede continuar teniendo espasmos en la edad adulta como parece ser el caso. Los espasmos del llanto pueden presentarse de varias formas pero en el interfecto sobreviene la pálida.
La forma pálida sobreviene de forma característica tras una experiencia dolorosa, como caerse y golpearse la cabeza o asustarse por algo como es dejar a España sin energia y suministros. El cerebro envía una señal (a través del nervio vago) que retrasa considerablemente la frecuencia cardíaca, causando pérdida de la consciencia. Así, en esta forma, la pérdida de la consciencia y la interrupción de la respiración (ambas de carácter temporal) son el resultado de una respuesta nerviosa a un susto, que produce una desaceleración del corazón.
Pedro deja de respirar, rápidamente pierde la consciencia, palidece y se queda sin fuerzas para decir nada legible. Sobreviene a veces convulsión e incontinencia. Debido a que esta forma provoca síntomas similares a los de ciertos trastornos del corazón y del cerebro, los médicos pueden necesitar hacer una valoración diagnóstica si los espasmos del llanto se producen a menudo como está ocurriendo con nuestro amigo Sánchez.