La Historia se escribe con el transcurrir del tiempo, paso a paso, inexorablemente y es ésta misma, la que nos dice y marca por dónde va la lava de este volcán a punto de erupción, como es la actual Guardia Civil, por desgracia, cual hibrido mostrenco, asilvestrado respecto a repercutirle los derechos que la propia Constitución de 1978, como DERECHOS FUNDAMENTALES (Arts.14 a 29CE,ambos inclusive), exige y protege para todas los ciudadanos, del suelo patrio, incluidas las FAS y Cuerpos policiales, en las que se incardina la Guardia Civil, pese a quién le pese; la cadena de Mando, con El Consejo de Ministros aprobó en agosto la plantilla de la Guardia Civil 2021/2025 con un notable incremento en el generalato, que pasará a contar con 38 integrantes, tres más que actualmente, lo que deja la escala de la siguiente manera: 24 generales de brigada, nueve de división y cinco tenientes generales, muchos Generales para escasos 74.000 miembros, sólo superado por el Ejército español en número de Generales para mandar toda la OTAN, he de suponer, con más de 160 efectivos de esta clase de oficialidad en activo.
El Ministerio de Defensa mantiene para 2021 el máximo de militares de tropa y marinería en 79.000 efectivos, la misma cifra vigente desde el año 2014, según consta en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) presentado este miércoles en el Congreso por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
El Gobierno explica que el número de militares de tropa y marinería en servicio activo se fija teniendo en cuenta las necesidades derivadas del planeamiento de la defensa militar. Desde 2014 la cifra máxima se ha mantenido en 79.000 efectivos tras una bajada que empezó en 2010, cuando se llegó hasta los 86.000.
Las Fuerzas Armadas cerraron el año 2020 con un total de 131.458 militares en situación de activo o reserva. Así se indica en la Resolución 430/38001/2021, de 4 de enero, de la Dirección General de Personal, para la aplicación de lo previsto en el artículo 48.2 de la Ley Orgánica 9/2011, de 27 de julio, de derechos y deberes de los miembros de las Fuerzas Armadas.
A principios de cada año, la Dirección General de Personal del Ministerio de Defensa publica el dato de cuántos militares hay en las Fuerzas Armadas, para que se calcule qué asociaciones profesionales de las Fuerzas Armadas llegan al porcentaje de afiliados exigido para poder tener representación en el Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas.
Los datos recabados a fecha del 31 de diciembre de 2020 indican que los 131.458 militares que integran las Fuerzas Armadas se reparten de la siguiente forma:
— Tropa y marinería: 77.546.
— Suboficiales: 27.179.
— Oficiales: 26.733.
Una página especializada en oposiciones militares, Sermilitar, elaboró un cuadro con las cifras de militares desde 2016 hasta 2020. Se ha consultado las resoluciones como la ya citada, que se remontan hasta enero de 2012.
A fecha del 12 de junio de 2012, las Fuerzas Armadas tenían 136.253 efectivos, distribuidos entre 81.487 militares de Tropa y Marinería, 28.952 suboficiales y 25.814 oficiales (y oficiales generales).
Por tanto, entre 2012 y finales de 2020, las Fuerzas Armadas han visto disminuir sus efectivos en 4.795 personas, es decir, han perdido el 3,5% de los efectivos que tenían entonces.
Es llamativo que el descenso en las cifras de militares no se da en todas las escalas. En Tropa y Marinería hay 3.941 militares menos, lo que supone una caída del 4,83%, mientras que los suboficiales han disminuido en un 6,12%, con un recorte de 1.773 personas.
La reducción de militares en conjunto, y en en las escalas de Tropa y Marinería, y de Suboficiales, contrasta con lo que sucede con los oficiales. Entre 2012 y finales de 2020 no disminuyeron, sino que aumentaron más de un 3%.
En junio de 2012, las Fuerzas Armadas contaban con 25.814 oficiales. Ocho años y medio después, los oficiales son 26.733. Es decir, hay 919 oficiales más, lo que supone un crecimiento del 3,27%.
La siguiente tabla muestra los datos publicados a principios de cada año con el número de militares totales, y desgranados por escalas.
El Consejo de Ministros aprobó un Real Decreto que fija que en este cuatrienio el número de efectivos y ha sido hasta julio de este año de 21.384, distribuidos en 160 oficiales generales, 7.724 oficiales y 13.500 suboficiales de Fuerzas Armadas.
Según explica el Ejecutivo, las cifras no incluyen los dos primeros empleos de los militares de carrera –capitán y teniente en la categoría de oficial, y sargento primero y sargento en la de suboficial–, cuyos efectivos serán los que resulten de las provisiones de plazas y de la aplicación del sistema de ascensos por antigüedad, tal y como establece la Ley de la carrera militar.
Cabe recordar que la proporción entre mandos (oficiales) y soldados fue uno de los grandes debates políticos sobre las Fuerzas Armadas españolas en el primer tercio del siglo XX. El gobierno provisional de la Segunda República puso en marcha un plan de Manuel Azaña que pretendía acabar o al menos limitar la “macrocefalia”, es decir, el número desproporcionadamente grande de oficiales respecto a la base de Tropa y Marinería.
Según el Escalafón, la Guardia Civil contaba en 2019 con un total de 86.206 Agentes, de los que nada menos que 567 son jefes, repartidos de esta manera: 216 Coroneles y 275 Tenientes Coroneles. Todo un récord con el que, supuestamente, los Gobiernos de turno mantienen las expectativas de ascenso de un Cuerpo que se sentía discriminado respecto a sus ‘colegas’ del Ejército, pero que ha descompensado al Benemérito Cuerpo. Porque ya no es que haya tanto ‘jefe’, sino que también el número de oficiales es asombroso, según siempre el citado Escalafón. Hay un total de 3.396 oficiales repartidos de la siguiente manera: 445 Comandantes, 1.058 Capitanes, 1.445 Tenientes, 241 Alféreces y 207 Suboficiales mayores, que entran dentro de la categoría de oficiales; es decir, que entre jefes y oficiales, la Guardia Civil cuenta con nada menos que 3.963 mandos para ‘repartirse’ 82.243 guardias. Todo un récord en este Cuerpo que en otro tiempo fue mucho más austero en cuanto a mandos.
Pero si ahora tomamos nuevamente el citado Escalafón y analizamos la Escala de Suboficiales, la cifra también es alucinante. Actualmente, hay nada menos que 8.095 repartidos de la siguiente manera: 1.116 Subtenientes, 1.412 Brigadas, 2.412 Sargentos primero, 2.997 Sargentos y 108 cabos mayores. Si sumamos Jefes y Oficiales con Suboficiales, la cifra que obtenemos es de 12.508 mandos. Descontando este número, quedarían 73.698 Cabos y Guardias. O lo que es lo mismo: que cada Suboficial tocaría a sólo 5,89 agentes por barba.
Finalmente, los Cabos primero y Cabos suman en total 7.848 efectivos, con lo que los Guardias de a pie descienden desde la cifra inicial de 86.206 a tan sólo 63.792. Estas son las cifras actuales de la Guardia Civil en España reflejadas en su propio escalafón y, según reconocen fuentes de la Benemérita, jamás hubo tanto ‘jefe’ para tan poco ‘indio’.
Por otra parte, en el Escalafón también se relaciona el personal de las Fuerzas Armadas destinado en la Guardia Civil y su distribución por Ejércitos y empleos, que van desde Sargento a General. Según ese cuadro, hay un total de 182 militares con destino en la Benemérita, de los cuales hay un General, ocho Coroneles, 39 Tenientes Coroneles, 32 Comandantes y 53 Capitanes.
Máxime si efectivos en servicios de calle, operativos rondarán los 50.000,que divididos por las Provincias españolas y resto del universo, en «misiones humanitarias» tocan a unos 1000 Guardias Civiles, currantes, por Provincia, totalmente escaso y esclarecedor, de los Reinos de Taifas que la conforman, al albur y capricho, de cada Jefe de Comandancia, cuando se trata de exigir derechos consuetudinarios. Me vienen al pensamiento, como impasse, dos situaciones vividas para que se comprenda lo sociológico y, posterior filosofía.
Corría el año 1974 e incautamos a la Organización Septiembre Negro, un camión extra largo, con todo el entre chapado lleno de bombas, metralletas, bazokas y armamentos mil, cuyo camión debíamos custodiar individualmente, como todos los servicios, en Alicante. A nadie se le ocurrió dar órdenes expresas de encontrarse en situación antiterrorista y extrema peligrosidad. Segunda situación, como esa cientos de situaciones que has de solventar, como todo, más sólo que la una.
Año, 1982, sólo en Puesto con 1 Guardia. A las 9 horas Revista del Jefe de la Comandancia, con heridos en las dependencias del Comandante de Puesto, el que suscribe. «No se pensará que le voy a pasar Revista, con los heridos aquí». Desalojo para que el Jefe de Comandancia, no se impregnara de sangre humana. Así todo ,de auténtica vergüenza. Todas las quejas respecto a que dos hombres eran imposible para un Puesto, con protección diaria a camiones de explosivos, desoídas y sufridas. Antes de entrar a la profundidad del tema SECTA, agradecer profundamente la labor democratizadora de Unión Guardias Civiles y su Presidente Marcelino García Bermúdez, tan capaz ,que se atrevió con el proyecto «Riesgos Laborales» y sigue empeñado en democratizar la Guardia Civil, en el bien entendido, que es tan sólo exigir se respete la Constitución. Tan sólo eso como lo importante, al ser Ley de leyes, según STC 104/86, por todas.
En el siglo XIX, se crea la Guardia Civil y ya en esa época, es cuestionada por los sociólogos de la época, como Erving Goffman y el Filósofo Michel Foucault, franceses ambos, en época de FRATERNITÉ,LIBERTÉ E IGUALITÉ. Para ambos, la Guardia Civil española, reúne los formalismos para ser catalogada como «institución totalitaria» respecto a la sociología de Goffman y de las «Organizaciones de secuestro», dictadas por Foucault. Siguen 4 directrices:
1)El motivo de su existencia es mantener el control y responsabilidad sobre el factor tiempo de los individuos, perfectamente controlados por la Institución Policial, sin derechos para ellos.
2)Controlar, formar, valorizar, según un determinado, el cuerpo y pensamiento de los sojuzgados.
3) Creación del nuevo poder polimorfo polivalente, en la política de empresa, económica y judicial. Todo controlado, cual cortijo particular, de nuevo.
4)Poder epistemológico con todo controlado como tiempo de trabajo, para las clases de tropa. Las 24 horas por igual sueldo, obedecido y asumido sectariamente por todos.
Todo comienza en las Academias y en plan premeditado, con acciones tendentes a la pérdida de la individualidad, con su subsiguiente «pelado al cero» para que se te vean hasta las ideas, buscando el «acatamiento ciego». Aceptar sin cuestionar nada, ni lo mas nimio, para tener un control absoluto sobre todo el personal, al que se le está lavando el cerebro, bromuro en el café incluido y ajetreo mental las 24 horas casi, excepto las horas de sueño muy controladas también, para al día siguiente, nueva dosis de «control absoluto». El que discrepe o piense, a su destino o entorno familiar anterior. Según Goffman «que el individuo sea sometido y formar parte de la maquinaria administrativa del establecimiento, para así transformarlo paulatinamente, mediante operaciones de rutina». Se prima así, tener alumnos más obedientes en detrimento de los mas inteligentes, buscando la sumisión incondicional. Mortifican el yo y fomentan así el acatamiento supremo, propio de las sectas, en el siglo XX y en el XXI, camino del XXII, si la sociedad y los propios componentes de la Benemérita, sectariamente lo permiten. Viene a colación el acuerdo del Rey Emérito-Lendakari, cuando trataban ambos, de dar mas independencia al País Vasco, con sus mordidas correspondientes, siendo Rey y publicado por el ABC, monárquico de toda la vida con aquello de «yo te aseguro que las FAS las controlo como Jefe, pero, y la Guardia Civil siendo un Estado dentro del Estado, ¿Quién la controla?. Ahí dejo el interrogante……
No obstante este estudio, dejo a un Azaña cualquiera que tome buena nota de los datos expuestos tanto para los Ejércitos como para la Guardia Civil.
Manuel Rosa Recuerda Promotor «Unión Democrática de Guardias Civiles», legalizada por el Tribunal Constitucional, pero 40 años, casi, sin otorgarle número de Registro .
