Publico una nota de prensa de ACODAP, firmada por el juez Fernando Presencia, en la que se muestra la extraña circunstancia que se producía en un juzgado en la que un juez, con un comportamiento más que sorprendente, se levantaba de su asiento para arrebatar la documentación de una de las abogadas del juicio de sus propias manos.
Al parecer, y según denuncia Santiago Royuela a través de su canal de YouTube, el juez en cuestión es el designado por el Juzgado 33 de Barcelona para llevar el asunto de la denuncia que había presentado contra él uno de las personas que aparecen, presuntamente involucradas, en la documentación que el propio Royuela está sacando a la luz en el llamado #ExpedienteRoyuela, Josep Arimany Manso.
Ante un hecho tan sumamente extraño como el comportamiento de ese juez que, además, ha quedado registrado en la propia grabación del juzgado, Santiago Royuela denuncia una indefensión ya que el comportamiento de este juez durante esa vista muy normal no parece haber sido ya que, lo lógico, hubiera sido que le hubiera pedido educadamente la documentación a la abogada.
Muy raro todo lo que se puede ver en este vídeo a partir del minuto 6´ aproximadamente.
Nota de Prensa de ACODAP
Video viral: Un juez iracundo salta del estrado para arrancarle a una abogada la documentación de las manos
Atónita se quedó la letrada de la defensa cuando el juez abandonó inesperadamente su asiento y, visiblemente nervioso, se dirigió raudo hacia ella para arrebatarle de sus manos el expediente judicial. Todo el esperpento quedó fielmente registrado por las cámaras. El objetivo de la maniobra era impedirle que continuara con el interrogatorio.
Un juez no identificado en el vídeo organizó la movida en el juzgado de instrucción nº 33 de Barcelona. La mamarrachada tuvo lugar durante el interrogatorio de un testigo. Al parecer, el juez -del que insistimos se desconoce su identidad porque no se facilitó a las partes- evidenciaba encontrarse tenso y bastante nervioso. Él mismo afirmó en la grabación que estaba actuando al mismo tiempo como sustituto en tres juzgados distintos.
Llegado el excepcional momento, el togado visiblemente alterado se levantó como un relámpago de su silla para dirigirse a la abogada de la defensa, no dudando en arrebatarle de las manos el expediente que estaba consultando. La letrada, al verse privada de esa documentación tan fundamental, se vio imposibilitada para continuar formulando las preguntas.
Para terminar con la ceremonia de la confusión y el despropósito, el juez sustituto despidió al testigo de la acusación como si fuera el denunciado, concediéndole a él un derecho que no le corresponde, el de la última palabra. No le faltó al excéntrico juez más que hacerle una reverencia genuflexa.