La subversión Rusa en la Defensa de Europa.

Los pacifistas no representan la amenaza principal a la lealtad de las fuerzas armadas, que procede de otros elementos más siniestros que intentan la subversión desde dentro. El agitador realmente peligroso es el activista infiltrado o el idealista converso que permanece en las fuerzas armadas y trabaja para minar la moral y la disciplina. Este ha sido ciertamente el punto de vista mantenido por los teóricos desde los orígenes subversivos soviéticos a través del tiempo hasta ahora, con Rusia como principal apoyo a los movimientos izquierdosos en ibero américa. Siempre se ha puesto gran énfasis en las acciones contra las fuerzas armadas de los países occidentales. No hay razón para suponer que los descendientes de los soviéticos hayan abandonado estos puntos de vista que han sido establecidos tan enfáticamente en el pasado, por ejemplo, en el VI Congreso Mundial de la Internacional Comunista:

“Actividades antimilitaristas; trabajar en el ejército  y en la armada; trabajar entre los soldados y reservistas, y en las organizaciones de la defensa burguesa, en las que los elementos proletarios están fuertemente representados, debe constituir una parte inseparable de la actividad general de la masa revolucionaria del Partido….., el trabajo persistente e intensificado debe estar dirigido al propósito de desintegrar los ejércitos burgueses; este trabajo, en el momento del levantamiento, asumirá el carácter de una lucha por el ejército.,…, uno de los más grandes errores que ha cometido el Partido Comunista hasta aquí es el mirar a la guerra desde un punto de vista abstracto propagandístico y de agitación y no dedicar suficiente atención al ejército, que es el factor decisivo de todas las guerras. Si no es explicado el significado de la política revolucionaria sobre la guerra a las masas, y si no es fomentado el trabajo sobre el ejército, la lucha contra las guerras imperialistas y los intentos para preparar las guerras revolucionarias no alcanzarán nunca más allá de la fase teórica”.

Se hicieron intentos para aplicar este camino a las fuerzas armadas de los Estados Unidos desde 1930 en adelante. Este camino adoptado fue más tarde descrito por un comunista americano que dijo cómo fue entrenado en Moscú en las tácticas de infiltración.

“Instrucciones en Moscú….ponen especial énfasis en la necesidad de demandas parciales -demandas por pagas más altas, demandas por mejores alimentos— y en que debe sacarse el máximo provecho, de cualquier clase de agravio sobre las condiciones de trabajo y encabezar los conflictos entre la tropa y los oficiales. De estos conflictos deben ser reclutados los comunistas. Ellos ponen énfasis en que los comunistas en el ejército deben reforzar su influencia personal creando organizaciones de naturaleza aparentemente inocente, tales como clubs deportivos, de estudio; cualquier clase de organización, no importa qué nombre deba tener, por la cual los comunistas puedan llegar a ser líderes, y rodearse de soldados sobre los cuales pueden ganar influencia y establecerse como sus dirigentes”.

Estos no son asuntos de mero interés histórico; para los comunistas ortodoxos de la línea de Moscú son aplicables hoy:

“Los comunistas siempre han concedido una tremenda significación a trabajar en el ejército. Durante los preparativos para la revolución socialista en Rusia, Lenin daba énfasis repetidamente a la importancia de la propaganda y la agitación entre los soldados y oficiales, así como al establecimiento de conexiones en el medio militar con vistas a entrenar a revolucionarios de confianza entre los miembros de los servicios armados. “En las fuerzas armadas, también”, escribió “los bolcheviques tienen ya una fuerza de choque política”. Reconociendo. la importancia del trabajo del Partido entre la tropa, Lenin advertía que -, la propaganda no era suficiente por sí sola: “A la hora del levantamiento debe haber también una lucha física por la tropa”. El proletariado no se puede embarcar en esa lucha desarmado.

“En las condiciones de hoy día, un campo importante es la lucha por la democratización del ejército y las reformas progresivas dentro de él…, un movimiento revolucionario debe luchar por el ejército. Como regla general, la victoria para la revolución es imposible, enfrentándose a las monolíticas fuerzas armadas. Para triunfar, es esencial seducir a los oficiales y hombres progresistas y patrióticos…. Los comunistas deben llevar siempre en su mente las palabras de Lenin: “solo el descontento en las fuerzas armadas no es suficiente para lograr el éxito del Movimiento; hay también una necesidad de acuerdos directos con los elementos organizados “revolucionario-democráticos” de las fuerzas armadas”.

Una variante táctica del intento, de aproximación a cualquiera de uniforme es intentar separar una parte del Ejército de otra. En Hispanoamérica es un punto común buscar el trasladar la rivalidad entre Servicios a términos políticos y algunas veces a conflictos armados, En Europa Occidental, el proceso de desintegración se ha intentado probablemente más en el interior, que entre los tres ejércitos. El conflicto debe ser visto “horizontalmente”, separando a los soldados de los suboficiales y a ambos grupos de los oficiales o “verticalmente” seleccionando a ciertas unidades para someterlas a ataques especiales (Por ejemplo, paracaidistas, caballería, Guardia Civil, etc)

Las referencias a la “democratización de las Fuerzas Armadas” son lugares comunes en las publicaciones de la extrema izquierda. El Grupo Marxista Internacional (IMG), la Sección Británica de la IV Internacional Trotskista, hicieron varias referencias a los servicios armados en su manifiesto electoral de 1974. El manifiesto pedía el fin de todas las maniobras conjuntas Ejército-policía y una huelga general si el ejército era usado en las alteraciones laborales. Una vez más citando a Chile, el manifiesto continúa urgiendo que dos pasos más deberían ser dados:

  • Minar la autoridad de los oficiales reaccionarios, introduciendo derechos democráticos básicos para los soldados y cabos e intentar ganarse a éstos para la clase trabajadora.
  • Crear el poder armado independiente, de la clase trabajadora.

Ni qué decir tiene que los Movimientos comunistas de PODEMOS, como se ha visto con las actuaciones del exJEMAD, así como otras personalidades del PSOE con el Movimiento de la Unión progresista de militares, Unión Militar Democrática, Foro Militares por la Democracia, en la que también se encuentra Zaida Cantera, han ido en esta línea. La simpatía escondida de ciertos dirigentes políticos a la Rusia invasora de Ucrania, poniendo palos en las ruedas a la ayuda militar a esta, es un indicio de la falta de unidad en la respuesta de ayuda a este País por parte del gobierno.

Por otra parte, la negativa del mismo gobierno, encarnado en las declaraciones de su ministra de Defensa, a equiparar económica y sociológicamente el que hacer de las Fuerzas Armadas, como se vio en la negativa del Ministro de interior a que participara en labores durante la pandemia crea el malestar base para que se fomente entre las mismas movimientos incómodos a los Mandos superiores minando su autoridad y prestigio o ascendencia, base de la disciplina.

Los esfuerzos para debilitar la capacidad defensiva de la Nación se dirigen también contra el Servicio Civil. El Ministerio de Defensa es una de las empresas de mayor número de empleados civiles del país, y el éxito de una infiltración en los sindicatos del Servicio Civil, que podría conducir a una acción de huelga, estorbaría seriamente la capacidad de las fuerzas armadas; tales huelgas han ocurrido varias veces en el Cuartel General de la O T AN en Bruselas. La seguridad en la información está también amenazada allí donde la primera lealtad de los empleados civiles fuera primera para una ideología sediciosa de extrema izquierda o los sindicatos antes que para el Gobierno.

La Señora Kate Losinska, a la sazón presidente de la “Civil and Public Services Association”, había predicho que “Una situación similar a la que condujo en el año 1962 al Comité de Investigación Radcliffe a investigar sobre la penetración del partido comunista dentro del Sindicato del personal civil podría pronto ser llevada a cabo”

En un artículo en el Reader´s Digest la señora Losinska — afirmaba:

“Con su masivo y abierto reclutamiento entre los empleados de servicios públicos —casi el 10 por ciento de los miembros activos de un sindicato son hoy partidarios de la izquierda militante- los marxistas están sencillamente siguiendo la ruta que les ayudó a conseguir el control en la Europa Oriental”.

En Mayo de 1976, la señora Losinka fue desposeída de la presidencia de su sindicato en favor del Candidato respaldado por los comunistas y la izquierda laborista.

¿Alguien puede dudar de las intenciones de un gobierno social comunista que apoya abiertamente a las naciones de claro matiz dictatorial marxista en América Hispana? Hagamos un repaso de la sucesión de acontecimientos tras la caída del Pacto de Varsovia y la desaparición de la URSS, en América Hispana.

La elección del militar izquierdista Hugo Chávez en 1998 en Venezuela representó la llegada al poder del primer gobierno de izquierda en muchas décadas en América Latina​ y el primer gobierno de un partido miembro del Foro de Sao Paulo (el entonces MVR futuro PSUV) después de Cuba.​

Le siguió el triunfo de Luiz Inácio Lula da Silva del Partido de los Trabajadores en 2002 en Brasil, luego Tabaré Vázquez del Frente Amplio en Uruguay en 2004, Evo Morales por el Movimiento al Socialismo en Bolivia en 2005, Michelle Bachelet del Partido Socialista de Chile en 2006, Rafael Correa por Alianza PAIS en Ecuador en 2006, Daniel Ortega por el Frente Sandinista de Liberación Nacional de Nicaragua en 2006, Fernando Lugo por la Alianza Patriótica para el Cambio (hoy Frente Guasú) a la cual pertenecen varios miembros del Foro de Sao Paulo en Paraguay en 2008, José Mujica por el Frente Amplio en Uruguay en 2009, Mauricio Funes del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional de El Salvador en 2009, Dilma Rousseff por el Partido de los Trabajadores de Brasil en 2010, Ollanta Humala por el Partido Nacionalista Peruano en 2011, Nicolás Maduro del Partido Socialista Unido de Venezuela en 2013.

Michelle Bachelet del Partido Socialista de Chile nuevamente ganó las elecciones en 2014 y Salvador Sánchez Cerén del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional en 2014. También hubo miembros del Foro de Sao Paulo que han formado parte de las coaliciones gubernamentales que respaldaron la candidatura y eventual gobierno tanto de Néstor Kirchner como de su sucesora y esposa Cristina Fernández en Argentina, como el caso del Partido Comunista de Argentina Congreso Extraordinario.

También puede destacarse que los partidos dominicanos Partido Revolucionario Moderno​ Alianza País y Partido Revolucionario Dominicano ambos son miembros del Foro y el PRD ha tenido varios gobiernos en República Dominicana.

En MéxicoMorena es la principal fuerza política nacional con Andrés Manuel López Obrador como líder y presidente de la República, electo para el período 2018-2024.

¿Alguien puede dudar del quebranto en las relaciones de obediencia-autoridad basadas en una inquebrantable confianza en los Mandos de los Ejércitos y Guardia Civil con semejante panorama internacional en el que Pedro Sánchez se quiere erigir en el patriarca de las izquierdas en Hispano América con el adoctrinamiento que ello supone de las sociedades en las que gobiernan ?

No. Evidentemente, el presidente de los EE.UU, hizo bien en no fiarse del «aliado español» en las conversaciones secretas que mantuvo con sus aliados europeos previas al Consejo de Madrid.

Aplíquense el cuento.

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