Introducción

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Juan Pablo Fusi Aizpurúa, Catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad Complutense desde 1988 parte, en la conferencia "Sobre la situación vasca", de la conocida afirmación de Max Weber de que "no podemos saber lo que somos, si no sabemos como hemos llegado a ser lo que somos". El objeto de este trabajo es proponer unas hipótesis que podrían explicar como la situación de la profesionalización en el Ejército de Tierra ha llegado a ser lo que es. Estas hipótesis están basadas en otro trabajo que realice a finales de los 90 y principios de la primera década de este siglo que, como en todo problema de gran complejidad social, implica los sentimientos de identificación con valores nacionales, causas profundas y causas inmediatas de la realidad social.

Generalizando las afirmaciones de este Catedrático, España es una sociedad heterogénea con un acusado pluralismo, no solo en lo cultural, en donde coexisten culturas separadas y, a veces, antagónicas, que necesitan para su funcionamiento en paz de la conciliación de intereses contrapuestos, muchas veces polarizados por la violencia nacionalista en todas sus vertientes que afecta a la sociedad española en su conjunto aunque de manera atroz en ciertas Comunidades.

Entre las preferencias éticas e ideológicas de muchos autores se encuentra el estudio del fenómeno colectivista de naturaleza política y jurídica que pretendo relacionarlo con la Defensa Nacional. Atendiendo a las afirmaciones de Nicolás López Calera en "¿Hay derechos colectivos?", tienen que existir formas y estructuras de vida colectiva indudablemente diversas, de acuerdo con tiempos y lugares. Según el mismo autor, de la Universidad de Granada, "el mundo futuro será un mundo organizado y dominado por entes colectivos de distinta entidad y naturaleza". En este mundo, un colectivo importante lo serán, y lo son, las Fuerzas Armadas: la libertad y la dignidad de los individuos van a depender de manera muy decisiva del "buen hacer" de este ente colectivo como ha quedado demostrado en el transcurso de los últimos diez años en las operaciones de paz.

Continua el mismo autor afirmando que es materialmente imposible un mundo exclusivamente organizado con derechos individuales, sin controles colectivos. Incluso por interés individual ha de haber derechos y deberes colectivos y tales derechos y deberes deben pasar por los controles de calidad de una racionalización científica y filosófica.

No otra cosa que un derecho y un deber individual y colectivo es la Defensa Nacional, contemplada en nuestra Constitución. La voluntad colectiva, las razones y sentimientos colectivos comunes entre los individuos son la base de la conciencia nacional y esta se encuentra íntimamente ligada a la voluntad de defensa de la sociedad en la que se desenvuelve.

Según este autor, actualmente "domina la idea de que los derechos colectivos son una categoría injustificada, poco o nada consistente, teóricamente, innecesaria, políticamente incorrecta e incluso peligrosa". No cabe ninguna duda que esta afirmación esta basada en la creencia del autor de que "los males mas graves de la humanidad quizás hayan venido preferentemente de la absolutización de derechos individuales, de individuos concretos que han exaltado sus derechos y han llegado a disponer del destino y hasta de las conciencias de los demás".

En este trabajo no pretendo realizar una critica del ensayo de este autor, es más, lo utilizaremos para demostrar lo más científicamente posible la relación entre la conciencia nacional, la existencia de los derechos y deberes colectivos, su naturaleza político-jurídica y en las consecuencias en los resultados de la profesionalización de los Ejércitos como efecto de las mismas.